Las normas ISO 14001 e ISO 9001 son dos sistemas de gestión totalmente compatibles. Ambos certificados ISO tienen normas muy similares que hacen referencia al cuidado del medioambiente. De ahí que la integración no solo sea posible, sino que resulte más que aconsejable y lógica para conseguir los mejores resultados.
Motivos para apostar por la integración
Si una empresa dispone de un sistema para la aplicación de la ISO 14001 y de otro para cumplir con la ISO 9001, habrá muchos protocolos que se den por duplicado. Esto implica un derroche de recursos y tiempo, ya que ambas normas son perfectamente compatibles.
En estos casos, la alternativa más adecuada es contar con un sistema de gestión integrado (SGI). Este permitirá la implementación de las dos normas de una manera unificada sin caer en redundancias innecesarias. Además, ahora resulta mucho más sencillo gracias al Anexo SL, que define de una forma clara y precisa la estructura de los estándares de los sistemas de gestión.
De este modo, la implementación de las dos normas se puede hacer de manera conjunta. Esto requiere una serie de pasos, aunque es una tarea menos compleja que poner en práctica los protocolos para certificar las dos normas por separado.
Pasos para la integración de la ISO 9001 y de la ISO 14001
El plan para aunar la ISO 9001 y la ISO 14001 reporta un buen número de ventajas para la empresa. Estas son las etapas que se han de seguir para que un SGI pueda reunir ambas normas de forma correcta:
- Diseño del plan: El proyecto tiene que partir de la situación real de la implementación de ambos certificados ISO en la empresa. En este sentido, el plan ha de estar basado en tres pilares fundamentales, que son los beneficios esperados, el contexto actual de las dos normas y la estrategia para integrarlas y dar lugar al SGI.
- Implantación del plan: Una vez que se ha creado el escenario teórico para llevar a cabo la integración de las normas, llega el momento del trabajo real. Para conseguir los objetivos esperados, lo más adecuado es establecer comités o grupos de trabajo que se encarguen de las tareas más relevantes.
- Revisión y mejora: La experiencia deja a las claras que, en un primer momento, la integración de las dos normas en una sola certificación ISO suele tener puntos débiles que solo se ven con el tiempo. Por ello es importante que, aunque el proceso haya terminado, se mantengan en funcionamiento órganos que lo revisen. Con ello se consigue perfeccionar y optimizar el trabajo previo para alcanzar los beneficios que se habían planteado en el primer paso.
Como se ha visto, la ISO 14001 y la ISO 9001 son normas integrables y perfectamente compatibles entre sí. Por lo tanto, en lugar de aplicarlas por separado, es preferible optar por un sistema de gestión integrado que evite duplicidades innecesarias y optimice todo el proceso. Si necesitas más información sobre estas u otras normas ISO, rellena nuestro formulario de contacto.