La gestión de la calidad es cada vez más importante para las empresas, porque les permite mejorar los procesos internos y la imagen que transmiten a los consumidores. A medida que las organizaciones van descubriendo las ventajas de las certificaciones ISO, se esfuerzan cada vez más para obtener este reconocimiento que tiene valor a nivel internacional.
La importancia de las normas ISO
Los estándares establecidos por el Organismo Internacional de Estandarización regulan una serie de requerimientos cuyo cumplimiento garantiza que los productos y servicios que ofrecen las empresas al mercado son de calidad.
La adhesión por parte de las organizaciones a las normas ISO es voluntaria pero, debido a las múltiples ventajas que se derivan del respeto a las mismas, cada vez son más las empresas que se interesan en obtener certificaciones ISO.
Ventajas de las certificaciones ISO para las empresas
Cumplir los parámetros de calidad establecidos en las normas ISO contribuye a mejorar el funcionamiento interno de las organizaciones, a mejorar la calidad de sus productos o servicios, y a transmitir la imagen de marca.
Aumentan la productividad
Para las empresas, es fundamental ser más productivas, especialmente en un entorno de alta competencia. Las normas ISO regulan muchos aspectos relacionados con la calidad en los procesos productivos.
Seguir estas directrices permite a las organizaciones ser capaces de hacer más con menos recursos. Recursos que, por otra parte, pueden reinvertir para seguir desarrollando procesos cada vez más eficientes o para lanzar nuevos productos o servicios al mercado.
Mejoran la satisfacción del cliente
Tener al cliente como centro de la estrategia de producción, ventas y marketing es lo más común hoy en día.
Las empresas saben que para conseguir sus objetivos tienen que lograr que los clientes estén lo más satisfechos posible. Esto implica ofrecer productos o servicios de la máxima calidad, pero también mejorar la calidad de otras actividades de alto valor agregado como la atención al cliente.
Las ISO aprobadas en los últimos años se han centrado en poner el foco sobre el cliente y su adopción por parte de las empresas da lugar a una mayor satisfacción de los consumidores.
Mejoran la imagen de marca
Las empresas deben prestar especial atención a sus clientes para fidelizarlos, y también a aquellos que todavía no se han convertido en clientes pero cumplen con el perfil para llegar a serlo.
Cuando una organización puede acreditar que tiene una certificación ISO, consigue ganarse rápidamente la confianza del público. De esta forma, la orientación a la calidad es uno de los factores que más contribuye a mejorar la imagen de marca.
El resultado de esto es que aumenta el número de clientes, lo que da lugar a un incremento de la rentabilidad.
Las ventajas de las certificaciones ISO son de tal magnitud que para las empresas se ha convertido en algo imprescindible demostrar que están a la altura de los más altos estándares de calidad a nivel internacional. Algo que repercute positivamente en ellas pero también en los consumidores, que pueden acceder a productos y servicios mejores. Si necesitas ayuda para implementarlas en tu empresa, no dudes en contactar con nosotros.