Las empresas precisan contar con sistemas de gestión para aumentar su productividad, La competitividad es enorme y, en los mercados actuales, solo los mejores salen adelante. De hecho, no es suficiente improvisar y tener una voluntad positiva: profesionalizarse es inaplazable. ¿Cuál es el camino óptimo para conseguirlo?
La importancia de los sistemas de gestión
Un sistema de gestión es un conjunto de elementos interrelacionados o interactivos que permiten establecer políticas, metas, tácticas de acción y procedimientos para alcanzar la finalidad y los objetivos empresariales.
Se trata, en realidad, de una herramienta a disposición de las organizaciones y de sus gestores. Como ocurre con cualquier otro recurso, estos sistemas no son buenos ni malos en abstracto. Lo relevante es que sean útiles, valiosos y apropiados para cada caso. Deben personalizarse y aplicarse bien.
Es decir:
- Hay que elegir con acierto qué sistema se implementa.
- Es imprescindible aplicarlo de la manera adecuada.
- Resulta imprescindible supervisar su aplicación y adoptar las medidas correctivas necesarias.
En consecuencia, no es suficiente con disponer de la herramienta válida y decidir implementarla. Para aumentar la productividad y la rentabilidad, resulta esencial contar con profesionales cualificados capaces de gestionar su aplicación.
Las ventajas de normalizar la actividad empresarial de esta manera son numerosas y, a medio y largo plazo, rentables. Estas son las principales:
- La organización mejora en calidad y seguridad.
- La imagen y el posicionamiento de marca se optimizan.
- Los resultados se pueden medir y comparar de una manera efectiva.
Certificación ISO: gestión normalizada por ámbitos de actividad
Las normas ISO son estándares internacionales que han demostrado su eficacia en diferentes ámbitos de actuación empresarial. Su función es ayudar a las organizaciones a homogeneizar la actividad y a disponer de sistemas de gestión validados por la experiencia. Obtener diferentes certificados ISO supone un impulso decidido hacia el buen hacer y la productividad. Porque la mejora global solo se consigue a partir de otras más específicas.
De hecho, hay una determinada certificación ISO para gran variedad de áreas. Especialmente las siguientes:
- Calidad. UNE EN ISO 9001.
- Medio Ambiente. UNE EN ISO 14001.
- Seguridad Laboral. UNE EN ISO 45001.
- Seguridad de la Información. UNE EN ISO 27001.
- Seguridad Vial. UNE EN ISO 39001.
- Normas sectoriales. ISO 22000 (Seguridad Alimentaria), ISO 13485 (Calidad en Productos sanitarios), ISO 50001 (Gestión de la Energía), ISO 20000-1 (Calidad de Servicios de Tecnologías de la Información), ISO 28000 (Seguridad para la Cadena de suministro), etc.
- Sistemas de Gestión Antisoborno. UNE EN ISO 37001.
- Continuidad del Negocio. UNE EN ISO 22301.
- I+D+i. UNE ISO 166002.
Hacia una productividad multiplicada
El camino hacia la excelencia productiva va de la mano de la certificación ISO en las distintas áreas vinculadas a cada organización. Ahora bien, para implementar correctamente estos sistemas conviene asegurarse el asesoramiento cualificado idóneo.
En AEQ aportamos una eficiente labor de consultoría y apoyo para la implementación de sistemas de gestión. Este respaldo resulta un catalizador excelente para la productividad y la calidad empresariales. Rellena ahora este formulario y da un paso adelante en dirección al éxito competitivo.